En nuestra práctica vemos la arquitectura como una expresión cultural y un medio para mejorar la calidad de vida de las personas. Creemos que el trabajo en cooperación es el único medio para forjar el desarrollo y generar bases de igualdad de derecho y de oportunidades. Tras de la obra construida hay largos procesos de participación comunitaria en los que se promueve y valora el intercambio de saberes, refuerzan capacidades de gestión y cooperación y se construye el significado que le queremos dar a la arquitectura. Una arquitectura pensada y construida localmente, que busca poner en valor los recursos locales, bridar confort ambiental y revalorizar el uso público